sábado, 21 de mayo de 2011
sábado, 14 de mayo de 2011
Historia del Grupo
El GIH, Grupo de Investigadores del Humor, se inicia como tal en 1998. El primer proyecto que hicimos como equipo se llamó Políticas del humor en los ´90. Prácticas discursivas en la literatura, en programas televisivos, en publicaciones periódicas y en la publicidad. Nos propusimos armar un mapa con las políticas de algunas discursividades de la cultura argentina humorística contemporánea. El humor, zona de vacancia en el campo académico, es una lente privilegiada para el estudio de una cultura ya que se produce, precisamente, como una respuesta no habitual, rupturista o cuestionadora de las reglas que la rigen: los discursos hegemónicos y sus condiciones de posibilidad, de producción y de recepción, las reglas de interacción social, de géneros discursivos, de lenguaje, de cierta racionalidad. La ruptura con las reglas pone de manifiesto lo que está naturalizado, automatizado en una cultura. Las diferentes culturas dentro de la producción argentina y cordobesa en particular (nuestro actual proyecto) y los cruces, predominios, préstamos, usos, reelaboraciones, traducciones de diversos discursos y de distintas formas del humor (comicidad, humorismo, sátira, parodia, pastiche, chanza, ironía, juegos de palabras, etc.), en diferentes períodos históricos, construyen una usina de semiosis social inagotable. Comenzamos con la cultura literaria y mediática contemporánea: el humor en el discurso publicitario, en la red, en la historieta de la cultura juvenil, en literatura y televisión. En el bienio siguiente se agregan la caricatura y el humor en la literatura infantil y juvenil, en el proyecto continuación del anterior que fue Políticas del humor en el 2000: Prácticas discursivas en la literatura, en medios (gráficos, radiales y televisivos) e hipermedios (internet). El equipo se reestructura en el año 2003 porque algunos miembros del anterior grupo siguieron con indagaciones en otros campos y se incorporan nuevos investigadores, decididos a centralizar sus estudios en la cultura humorística.
Surge así la actual conformación: Florencia Ortiz, Marcelo Moreno (Letras) Stella Navarro (Lenguas), Ximena Ávila y Eugenia Almeida (Cs. De la Comunicación), con la dirección de Ana Flores (Letras). Y la presente de publicación de nuestras últimas indagaciones, mientras preparamos la de próxima aparición sobre el humor de Córdoba.
Como Grupo de Investigadores del Humor (GIH) nos propusimos la elaboración de un diccionario crítico de términos de estudio del humor que reuniera, de una manera sistemática y de fácil manejo, las definiciones más corrientes de las categorías con que se lo estudia. Nos encontramos con un campo terminológico amplio, diverso y disperso, y por lo tanto, de difícil acceso. No se pretendió seleccionar excluyentemente la “mejor definición”, en cuanto al nivel de legitimación de autores o teorías, o en tanto síntesis de posturas diferentes, sino por el contrario, mostrar la diversidad en el tratamiento del humor desde diferentes posturas teóricas y disciplinares. Pretendemos dar cuenta de las definiciones y teorías que sobre el humor, la risa, lo cómico, el chiste, la parodia, la sátira, la ironía, el ridículo, los diferentes tipos de risa, los diferentes tipos de humor, el calambur, el grotesco, etc. dan la filosofía, la estética, la historia de la cultura, el psicoanálisis, la etnología, la lingüística textual, la semiótica estructuralista, la sociosemiótica.
El trabajo con las categorías con que se estudia el humor, puso de manifiesto también una relativa escasez y dispersión de estudios culturales e históricos del mismo. Si bien cada término fue acompañado de ejemplos, y esto fue con lo que habitualmente nos encontramos en la bibliografía consultada, eso no sustituye el estudio de particulares producciones humorísticas de una cultura en sus diferentes estratos sociales, históricos, territoriales, soportes materiales y medios de circulación, construcción de públicos, etc. Priorizando el trabajo del bricoleur que hace su plan a medida que procede dándoles así oportunidades al objeto, tomó cuerpo entonces la idea de una breve enciclopedia, construida sobre todo en base a valiosas y generosas colaboraciones de colegas ajenos al grupo.
La selección inevitable reconoce como criterio prioritario la valoración por las producciones humorísticas no tan comerciales, más inquietantes y productoras de innovaciones estéticas, géneros “menores”, así como de prácticas cotidianas generalmente invisibilizadas.
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